lunes, 21 de enero de 2013

La ermita de San Juan recupera el cuadro de San Nicolás ya restaurado


DIEGO F. HERNÁNDEZ
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 
La ermita de San Juan Bautista, en la calle Real de San Juan, trasera del antiguo Hospital San Martín, ha recuperado su patrimonio artístico tras completarse la restauración de un cuadro de San Nicolás cuyo estado, al igual que otras piezas ornamentales y arquitectónicas el templo, presentaba un notable deterioro. Con esta intervención, que ha precisado de tres meses de trabajo en el Taller de Restauración del Cabildo con un equipo dirigido por Amparo Caballero bajo la coordinación de la responsable del servicio, María Cárdenes, se completa un ambicioso proyecto de recuperación de la iglesia emprendido en 2008, que ha tenido un gasto aproximado de 350.000 euros.

"La ermita ha sido objeto de un ambicioso plan de recuperación y hoy culminamos un proceso con el objetivo de restaurar, conservar y difundir nuestro patrimonio", explicó ayer el consejero insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Larry Álvarez, en un acto en el que estuvo acompañado por la restauradora Amparo Caballero y el párroco Eugenio Rodríguez.

La actuación en el cuadro de San Nicolás ha tenido un coste de 34.000 euros, la oferta económica por la que se decantó el Cabildo de cuantas recibió para asumir el proyecto. "Es un día importante porque tras tres meses de trabajo devolvemos esta obra a la ciudad, y es importante que dentro de sus posibilidades la Iglesia mantenga el mayor número de horas abierta al público esta ermita, no lo digo como condición, pero sería bueno que se garanticen unos días fijos para visita de la población grancanaria, como de los turistas, ya que no tiene sentido invertir en el patrimonio si se tiene cerrado al público", dijo ayer Álvarez. "Las ermitas cerradas no son un buen mensaje y lo ideal es que las iglesias respiren, y con ellas su patrimonio", añadió.

El cuadro objeto de actuación, ya instalado en su lugar enfrente de un lienzo de San Miguel Arcángel, restaurado en 2008, es una pieza de gran formato, de 2,40 por 1,63 metros, datado en el siglo XVIII y atribuido a Juan Pablo Marrero, cuya firma se encuentra en el reverso del cuadro, y que a juicio de la restauradora se trata del mismo autor que pintó el San Miguel Arcángel por las similitudes en estructura en tres cuerpos, técnica, figura y paisajes. No obstante, los estudios realizados durante la intervención en esta obra permiten asegurar que otras dos personas trabajaron en el lienzo, uno con técnica más depurada y otro más tosco en cuanto a estilo y trazo.

Tela quebrada

La restauradora Amparo Caballero detalló cómo se afrontó la restauración de esta pieza catalogada como una obra de "gran meticulosidad iconográfica e indudable valor histórico", según el Cabildo. Se optó por una intervención urgente debido a un pésimo estado de conservación muy similar a como se encontraba el San Miguel Arcángel. El gran volumen de polvo depositado, la humedad y el ataque de insectos xilófagos, que ponen sus huevos en los poros y grietas de la madera ocasionando graves daños en su estructura, contribuyeron al deterioro. Todo ello provocó daños que parecían irreversibles como rotos en la tela, que terminaron por quebrar el lienzo, y que se restauraron "porque había material para ello", según Caballero. La experta en restauración dejó claro en su explicación que el trabajo se hizo siempre respetando el original. "Lo principal es el respecto a la obra, no pasarnos ni un punto de lo que el cuadro necesita", dijo.

Además de los lienzos de San Nicolás y San Miguel Arcángel, el Cabildo acometió en esta ermita la restauración de otras piezas de su patrimonio artístico como otro cuadro de la Virgen de la Antigua, una pintura mural del Cordero Místico y las esculturas de San Juan Bautista y de San José con el Niño, que presiden el retablo central de este templo capitalino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario